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Por David Arboleda

@DavidArboledaGz

Un espacio alternativo para compartir iniciativas, propuestas y experiencias respecto a la crisis climática, es uno de los objetivos de la Cumbre de los Pueblos, que se realiza en Lima, Perú.

Así, mientras se lleva a cabo en la capital peruana, la XX Conferencia Internacional sobre Cambio Climático o vigésima Conferencia de las Partes (COP 20), organizada por la ONU, la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático, recuerda el incumplimiento de los pasados acuerdos climáticos y la responsabilidad que tienen los países más desarrollados sobre emisiones de gases del efecto invernadero.

La versión anterior de la COP 20, tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil, en el 2012, y la Cumbre de los Pueblos, que se desarrolla ahora entre el 8 y 11 de diciembre (2014), rechaza la nombrada “economía verde” enfatizando que esta solo busca la mercantilización de los recursos naturales, promueve la privatización, y le resta derechos a las comunidades sobre sus territorios.

Se requiere entonces debatir con las voces de la población, los efectos del cambio climático que impactan en los sectores productivos del campo, la pesca, entre otros.

La Cumbre de los Pueblos

Este es un gran encuentro de la sociedad civil, pueblos indígenas, organizaciones ambientales independientes, organizaciones sindicales, y movimientos sociales para reclamar justicia a los Países que se reúnen en la COP20.

“El actual modelo de desarrollo ha mercantilizado la vida humana, poniendo en peligro a millones de personas. Prioriza la acumulación desmedida y el consumismo; se basa en una extracción acelerada e irracional de los bienes naturales, sin tomar en cuenta los límites planetarios; ha generado una crisis civilizatoria con diversas dimensiones (climática, ambiental, financiera, energética, alimentaria) que corresponde enfrentar”, señala el sitio oficial de la Cumbre http://grupoperucop20.org.pe/

La Cumbre incluye una marcha global de los pueblos en defensa de la madre tierra el 10 de diciembre durante el Día internacional de los Derechos Humanos.

La comisión política que organiza la Cumbre está integrada por la Asociación Nacional de Productores Ecológicos del Perú, ANPE, la Confederación Campesina del Perú, CCP, la Confederación Nacional Agraria, CNA, la Confederación General de Trabajadores del Perú, CGTP, la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú, CUNARC-P, Confederación Unitaria de Trabajadores, CUT, Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú, FENMUCARINAP, Federación de Trabajadores del Agua Potable y Alcantarillados del Perú, FENTAP, Grupo Perú COP20, Marcha Mundial de Mujeres, MMM, Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andina, y Amazónicas del Perú, ONAMIAP, Unión Nacional de Comunidades Aymaras, UNCA, y la Federación de Estudiantes del Perú, FEP.

Aunque la Cumbre es liderada por organizaciones peruanas al ser este país el anfitrión de la COP20, se evidenció la presencia y amplia participación de países de América del Sur, con diferentes movimientos sociales que también hicieron las exigencias respectivas a los Estados responsables.

La COP 20

De acuerdo a la información oficial de la ONU (http://onu.org.pe/wp-content/uploads/2014/07/Triptico-COP-20.pdf) “En el 2014, la sede de la COP correspondía por turno a América Latina y el Caribe. Así, el Perú obtuvo la sede con el apoyo de estos países. La presidencia de la COP la ejerce el Perú como país anfitrión y la responsabilidad de la organización de la conferencia recae en el Gobierno peruano y la Secretaría de la CMNUCC”

Al Perú le corresponde facilitar los procesos de negociación que permitan lograr avances en el marco de los nuevos acuerdos climáticos. Con este evento internacional, el país andino podrá también reforzar su agenda ambiental “generando cambios de conciencia y sensibilización en los tomadores de decisiones, los ciudadanos, instituciones, la sociedad civil y la opinión pública en general”.

Según la Organización de Naciones Unidas, “su objetivo ante el cambio climático consiste en promover un desarrollo humano, social y económico bajo en emisiones de efecto invernadero; así como contribuir con el fortalecimiento de las capacidades para que las comunidades, gobiernos e instituciones estén mejor preparadas ante los efectos del cambio climático”